PUERTAS (poema)

Vivo encerrado hasta que abro los ojos

Y el mundo ingresa por la ventana de mi habitación.

Entonces, abro la puerta para salir de allí y me encuentro con otras puertas.

Primero, la de la sala y luego de la casa para salir de este primer encierro.

Pero, no salgo, sino que entro en una gran habitación llamada Ciudad.

Y Ciudad vende otra libertad: adicción de consumo.

Consumo tiques, tantos tiques.

Uno de esos para ingresar por la puerta de un bus.

Y el bus pasa por la puerta de un semáforo y de un peaje.

Salgo de un claustro hacia otro: el bosque.

Aparente libertad: el monte, la montaña y el ande.

Entonces, huyo también de allí e ingreso por la puerta de otro bus

Y viajo, viajo, viajo. De una ciudad hacia otra. De un monte a otro.

Cuando menos me doy cuenta he dado una vuelta al mismo mundo que por la ventana ingresa.

Me encuentro entonces en la misma ciudad.

Y aún conservo la llave de aquella casa.

Ingreso en ella a través de la puerta y luego ingreso a la habitación.

Cierro la ventana, bajo la cortina.

Apago la luz, ya no veo el mundo.

Cierro los ojos y abro el mundo de mis sueños.

Libertad onírica y allí estás tú, mi alma, sin censuras.

Sin tiques.

Dchawsj

Cusco. Enero 2023.