La Pasión (Relato)
- danielchawnamuche
- 2 may 2021
- 1 Min. de lectura
Ayer soñé que era el Cristo. Y resultó bastante agradable. La gente me seguía. La gente me escuchaba. La gente se alegraba con mi presencia. Además, -cómo era de esperarse- era el orgullo de la familia: felicitaban a mis padres, se alegraban mis tíos y primos y les iba bien en los negocios a mis hermanos.
No hubo nadie quien no dijera que ya me habían conocido en el colegio o en la universidad. Incluso, antiguos adversarios y ex novias señalaban que desde joven ya se me notaba los dotes de Mesías. Aquella parte del sueño fue la más placentera.
No obstante, mi subconsciente ya tenía preparado para mí aquellas escenas de pasión. Asesinaron a mis padres, persiguieron a mis hermanos, desaparecieron a otros. Y quienes antes me admiraban ahora me calumniaban. Incluso, un pariente cercano se dirigía hacia mi con gran desprecio.
Luego, no contentos con eso, se ensañaron conmigo: me maniataron, me patearon, me escupieron, me insultaron, me ultrajaron. Luego vino la soledad y el silencio de la humillación. Mi cuerpo: una masa de carne, abierta, dolida que se aferraba a los pocos hálitos de vida.
Me desperté nada contento por haberme librado de aquella pasión. Mi cuerpo, un poco tenso, era el mismo que la noche anterior se había acostado y, en mi conciencia, no dejaba de rondarme la pregunta si valía realmente la pena seguir a Cristo y si la resurrección, tras todo lo pasado, era igual que despertar de un mal sueño.
Dchawsj
Yamakai-entsa, mayo 2016.

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