LA NOVELA (Relato)
- danielchawnamuche
- 7 mar 2021
- 3 Min. de lectura
Obviamente, nos enamoramos. A pesar de la diferencia de edades, lo cual era poca. No obstante, nos separaba varios años en la universidad. Mientras yo estaba en los básicos, ella llevaba los de carrera. Sus amistades eran diferentes a las mías, las cuales nunca llegué a congeniar. Sentía de ellos, la misma mirada de desprecio como el niño nuevo que ronda el vecindario. Era comprensible. Yo mismo miraba así a la gente de otros barrios que intentaban conocer a las chicas del nuestro.
“Cuando lleves los cursos de carrera, te darás cuenta sobre la inutilidad de ésta”. E inmediatamente cerró el libro que estaba leyendo. Aquello era mentira y lo dijo porque hacía unos días que su novio, un ingeniero, terminó con ella su noviazgo. Aquello, la puso triste y melancólica. Supe lo de su novio porque ella me lo contó, pero muchos meses después.
“Acompáñame, a tomar un café” Le dije. "¿En qué página vas?" Le pregunté. "De qué hablas". "De lo que estás leyendo". Ella dudó un poco y dijo en la 53. "Ya estás casi por la mitad. Hasta donde has leído, me encanta la parte en que el personaje se despide de ella en la estación del tren". "¿Ya lo has leído?" Me preguntó. "Si y dos veces." "No me cuentes el final, si lo haces, te juro que…", "qué" Le miré atentamente a los ojos.
Meses después, cuando ella egresaba de la universidad, me confesó que ese día del café sintió una gran estima hacia mí. Yo diría amor. Pero, entendí que ella guardaba la esperanza del retorno de su novio, el ingeniero. Si bien, yo tenía mi noviecita del barrio. No iba a terminar con ella solo por la ilusión de que alguien me dijo que me estimaba.
Un día en que ella caminaba muy sonriente y se me acercó. Fue una escena en que mis amigos también se dieron cuenta de nuestra complicidad. Me llamó aparte. “Voy por la pagina 70, es increíble lo que le está pasando” Si yo también hice la misma expresión cuando llegué allí. Intercambiamos un par de diálogos sobre la obra y nos reímos al unísono. “¿Vamos al cafetín?” “no, mañana tengo parcial”. Alargó los labios y me dio un beso en la mejilla. Sentí su cabello enmarañado, en mi cara.
“¿Qué esperas?” me preguntó un amigo. Hice un ruido de chasquido con los dientes, yo tengo mi novia y es más bonita que ella. Le respondí, pero con cierta frustración. Sabía que en año y medio ella egresaría.
“Te ha llamado, varias veces una niña y me a dicho que por favor le devuelvas la llamada, aquí dejó el número” Me dijo mi madre cuando llegue a casa. Le llamé. “¿Puedes creer lo que ha sucedido en la página 115?" Estoy a punto de llorar y solo falta 30 páginas más terminar”. ¿Tú sabías esto?”. Si, te dije que ya le he leído dos veces. "Ay -y me llamó cariñosamente- no lo puedo creer” Hablamos tendido por varios minutos, entre cosas de la universidad y cosas de literatura.
Cuando llegó el día que ya no nos veríamos más, porque ella lo intuyó también a medida que leía el libro. Se recogió el cabello y puede ver por fin sus orejas y sus minúsculos aretes. Ya no hablamos más de la novela. Ella me contó lo de su novio el ingeniero, de porqué eligió esa carrera, de la relación con sus padres, de sus planes una vez que sustentará su tesis.
“A mí me restan algunos cursos más las prácticas y la tesis”. Pero, lo que le estaba tratando de decirle es que aquí estaría y que me buscará. “¿Y tu novia?” Ella me preguntó tras un silencio incómodo. Ella no le interesaba saber. Lo hacía para ver si seguía con ella. “En la universidad” solo le respondí eso y no le dije que ella salía con alguien que había conocido en la academia.
“Te echaré de menos”. “Vamos que todavía tenemos unas horas más de viaje en el bus”. “Ya nos encontraremos algún día porque así siempre sucede”. “Vamos” “No, otro. Ese está muy lleno”, “Así nunca llegaremos a nuestras casas”. “¿Quieres llegar pronto a tu casa?” “No” “Yo tampoco”.
Y recordé su sonrisa la primera vez que nos miramos.
Dchawsj
Lima, Agosto 2020

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