La chica de mis sueños (Relato)
- danielchawnamuche
- 20 mar 2022
- 3 Min. de lectura
-Oe, ya dos años en la universidad y nada.
-¿Qué tal esa flaca de allí?
-Si, es buena gente. Pero, no. Mejor está su amiga.
-Pero, su amiga no habla. Es bien callada y nunca se le ve en las fiestas.
-¿Sabes cómo suena su voz?
-Casi.
-Cómo que casi.
-El otro día le pedí que me prestara su cuaderno.
-Y qué te dijo.
-Que no.
-A lo mejor ya está con alguien.
-Pero yo no la he visto con nadie.
-Huevas. Quizá con alguien de su barrio.
-Si, es probable.
-¿Y esa otra flaca?
-No, mano, esa estuvo contigo en la Pre.
-¿Y?
-Para que esté contigo, debió estar loca... Además, ya la besó el diablo... ¡Jajaja!
-`Ta mare. Huevas, `toy que ayudo... Si sigues así, morirás solo e invicto.
- Igual que tu viejo... gil.
- Payaso.
Exclamó la profesora, girando y dejando de escribir en la pizarra:
-¡A ver esos dos que están haciendo bulla!
Susurró mi amigo:
-La tía se dio cuenta.
-Más aburrido este curso. Me da sueño.
-Oe, mira, mira. La tía está buena mira esas curvas.
-¡Copia mierda! No alucines.
-A ver... Funciones de la lengua... (Gesticulando)
-Oe qué haces... Dejar de jugar con tu lengua... Mira, huevón. Esa flaca te ha visto y está que se caga de risa.
-La flaca sabe... Ah... Ya ves cholo... A las flacas les gusta que las hagas reír.
-¡A ver… hagan grupos de a tres! Señaló la profesora.
-Cumpa, nadie va a estar en nuestro grupo. Así que busca el tuyo. Yo ya encontré el mío.
-Levante la mano ¿Quién todavía no tiene grupo? Preguntó la profesora.
Inmediatamente levante el brazo. Y añadió la profesora:
-Ya… usted trabajará con esas dos señoritas de allá.
-Bien compita, te tocó con la muda. Provecho. Dijo mi amigo dándome de palmaditas en la espalda.
-Suave. Parece que no le ha gustado.
-Tu tranqui no más; a la otra ya la conoces.
Me dirigí hacia ellas y me presenté:
-Hola, llevamos Mate II en el verano. Le dije a una de las chicas del grupo.
-Si. Si, ya me acuerdo. Fuiste el que salió en la mitad de la hora del examen.
-Se me aflojó el estómago. Me cagaba de miedo.
-¿En serio?
-No, pero tu amiga ya se está riendo.
-¡Ah! disculpa te presento a Laura.
Dirigiéndome hacia ella y bromeándole:
-Hola. Me puedes decir: "la hora".
-¿Cómo? Preguntó con fastidio.
-No. Digo, la hora en que nos reunimos para el trabajo.
- Que vergüenza no entendió la broma. Pensé
-¿Después de esto que tienes? Me preguntó la chica que ya me conocía.
-Ecología
-¿Con Sánchez?
-No. Con Torres.
-Mmmmm. Nos buscas en el aula B-5 saliendo de clases. ¡Ay, la profe se va! Tengo que entregar mi práctica. Chicos espérenme un ratito, ya.
-Sí. Anda no más.
Estando solo con la chica que menos hablaba. Tome valor para hablarle:
-Laura. He estado pensando todos estos días en ti. Y te he escrito un poema que parece una bobada. Es un poco cursi pero me basta que lo sepas:
Hoy he visto
De tu mirada tan incierta
Algo que desconozco
Y que casi no he podido comprender
Y siento más vida que antes.
Tantas noches he pasado
Escribiendo -para ti- tantos papeles
Y así -en ellos- esconder tu nombre
Un único verso.
Que me da vida
Y, a la vez, me quita.
-Quita... quita...
-Nada que quita, huevón. Despierta. Vamos a llegar tarde a la clase de Ecología.
-`Ta mare estaba soñando rico, me le estaba mandando a la Laura.
-¿Quién es Laura?
-La flaquita que está saliendo por la puerta. Tiene ecología con Sánchez.
- Laura Montiel de la Graña y Oliva. Olvídalo cholo es de la facultad de Industrias, vive en La Molina, su urbanización no tiene nombre para que los choros no la ubiquen.
-Mmmmm. Si, ¿verdad, no?, Pero, ¿Quién sabe? Vamos, ya.
Dchawsj
Yamakai-entsa, marzo 2016.

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