El viejo ganso (relato)

De pronto, los graznidos se oían por doquier. El viejo ganso iba hacia delante con su caminar pausado y, detrás de él, toda la parvada. Sin dejar de protestar, ingresó a la laguna. El resto hizo lo mismo: llegaban a la orilla y saltaban al agua. Toda la granja estaba en silencio. Algo estaba sucediendo entre ellos. El viejo graznaba, el resto chillaba.

Entonces, un último joven macho ingresó al agua a medio vuelo. Dio un graznido muy fuerte. El resto de párvulos machos chillaron al unísono. El viejo ganso ponía fin a su discurso graznando tres veces por última vez.

El joven ganso salió del agua y el resto lo acompañó. El viejo despojado de toda autoridad se zambulló en el agua. Enjuagó el pico e hizo un leve graznido. Ya no continuó más en la parvada. Se arrinconó en la granja pero no muy lejos del gallinero.

Un día, -como muchos de aquellos que siempre suceden- los polluelos jugaban a dejar a los más débiles lejos de la protección de la gallina. Más, el viejo ganso estaba allí. Se acercaba y abrigaba a los polluelos bajo sus alas y cuando éstos se recuperaban, graznaba hacía la gallina. Luego, ésta se acercaba y el pollito corría tras la gallina. Fueron muchos los pollitos débiles que amparó el viejo ganso.

Luego de un tiempo, el viejo ganso ya no se movería del gallinero para discutir con la parvada a pesar de las burlas de los otros gansos. Sus asuntos eran quizá más importantes. Cuidó a muchos pollitos de las aves de presa y culebras. No obstante, aún sentía la añoranza de otros días en que patrullaba la granja al mando de la parvada.

No mucho tiempo después amaneció muerto. El cuello yacía sobre su ala derecha con sus ojos a medio abrir siempre atento a la búsqueda del polluelo más débil. Dejó de vivir el día en que las hermanas dominicas de la presentación celebraban la festividad de los abuelos de Nuestro Señor. No se oyeron graznidos más si muchos honores como el canto de algunos gallos quienes en otra época fueron pollitos que el salvó.

(Adaptado del relato de la hermana Isabel Cristina)

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El Bale-Veraguas-Panamá, Junio 2018.