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EL CAPATAZ (relato)

  • Foto del escritor: danielchawnamuche
    danielchawnamuche
  • 21 abr 2021
  • 1 Min. de lectura

Llega un hombre al cielo y se encuentra con dios:


-Bienvenido. -le dice-.

-Señor. ¿Quisiera pedirte un favor?

-Con confianza, hijo.

-Mi vida en la tierra, ha sido muy próspera. Soy muy creyente y trabajador. Cúmpleme el deseo de ver a tu madre.


El dios sonrió, asintió y se fue. En eso, llega una mujer morena envejecida y con una sonrisa única. El hombre la vio, pero no la reconoció:


-Apártate de mi mujer, que estoy esperando a la madre de dios. -Le gritó-.


La mujer se apartó desapareciendo en el horizonte. En eso llega dios y le dice:


- Hijo mío, ¿aún aquí?

- Tu madre aún no llega. -Contestó el hombre-.

- Ella ha estado aquí. -respondió extrañado-.

- Pero, no es como la veíamos allá: blanca, pura, joven, hermosa. -Señaló el hombre-.

- Mi madre se quemó la piel trabajando bajo el sol. Se envejeció luego que mataron a su hijo y después a los amigos de él. Huyó muchas veces. Incluso, enviudó. Pero, aun así, su corazón daba para animar a otros.


De pronto, el hombre muy compungido replica:

- Mándala donde mis familiares para que así al verla traten mejor a las personas.

- Imposible entre el cielo y la tierra hay un abismo. -acotó dios-.


Al despertar el hombre, miró sobre la cómoda la estatuilla de la madre de dios con las manos piadosas, toda joven, de piel blanca y ojos a medio llorar

.

- ¡Ufffff! Por un momento pensé que eras diferente. -Exclamó-.


Se levantó y estiró. Cogió el revolver, el látigo y escupió:


- Espero que esta vez nadie se haya escapado.


Dchawsj


Lima, Abril 2021




 
 
 

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