Desolación (relato corto)
- danielchawnamuche
- 10 sept 2021
- 1 Min. de lectura
No quiero a Dios ni a su cardenal. Tampoco tener que ir a misa. No doy limosnas. Odio besar las cruces o prender las velas. No me gustan las procesiones y las marchas pías. Me enfurece los hábitos escapularios.
No aprecio las estampitas beatitas ni miro las biblias traducidas. Aborrezco tanto pregón sin perdón. Odio lo que empieza con “Teo” y no libera nada. Detesto tanto horario y cuanto rosario. Odio tanto y mucho más. Y, cuando finalmente morí, me encontré cara a cara con Dios. Y le pregunté: - ¿Por qué he de verte, si te odie tanto? ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él? Y él me respondió: -Amigo que tú estés aquí no depende de ti. Ni de lo que hagas, ni de lo que piensas. Ni de lo que amas, ni lo que dejas de amar. Estas aquí porque Yo te amo y soy Dios. Luego de aquella revelación, estuve pensativo por varias eternidades hasta que finalmente me rendí ante su Amor y pude descansar en Paz. Dchawsj Yamakai-entsa, setiembre 2016

Comments